viernes, 25 de julio de 2014

Web 1.0, Web 2.0 y Web 3.0



Web 1.0
La web primitiva, la del siglo 20, era aquella que se caracteriza principalmente por ser unidireccional y realizada sobre contenidos estáticos. Las primeras páginas que vimos en Internet publicaban contenidos de texto que, una vez publicados, no se actualizaban salvo que el "webmaster" modificase dichos contenidos y volviese a subir la web de nuevo a internet.
La web 1.0 tenía un carácter principalmente divulgativo, y empezaron a colgarse de internet documentos e información principalmente cultural. Poco a poco las empresas empezaron a tomar parte y las primeras webs de empresa surgieron, con diseños muy pobres (no había herramientas, ni tecnología, ni conexión suficiente como para hacerlo mejor) y contenidos que rápidamente quedaban anticuados al ser complejo actualizarlos.
Web 2.0
La web 2.0 se asiento a mediados de la primera década de este siglo. Sustentada bajo unas conexiones a internet evolucionadas (ya teníamos ADSL), y mejores herramientas para desarrollar web, mejores servidores, etc., la web 2.0, también denominada "la red social", llena Internet de blogs, wikis, foros y finalmente, redes sociales. El objetivo de la web 2.0 es la compartición del conocimiento, es la web colaborativa y ha sido uno de los atractivos principales para atraer a usuarios (basta ver los usuarios de facebook que, hasta facebook, no tocaban un ordenador).
Web 1.X
No es que vayamos hacia atrás, pero creo que es conveniente hablar de un estadio avanzado de la Web 1.0 que evoluciona por un camino diferente. La web 1.X es una web también unidireccional pero dinámica, que propone al administrador herramientas para manipular los contenidos sin que éste tenga conocimientos de programación o Internet.
Podemos decir que esta web nació de los primeros "portales" de Internet, sitios web basados esencialmente en contenidos dinámicos publicados por la empresa que los gestiona.
Web 3.0
La web 3.0 es la web semántica, la web de la nube, la web de las aplicaciones y la web multidispositivo. Hoy en día ya no solamente utilizamos ordenadores para conectarnos a Internet. Los tablets, los smartphones, e incluso los mapas interactivos, algunas tiendas, y en un futuro no lejano la automoción estará consumiendo Internet.
La web 3.0 se presenta como una web inteligente (aunque creemos que para esto aun falta bastante), y principalmente aprovecha la nube para prestar servicios al usuario y eliminar su necesidad de disponer de sistemas operativos complejos y grandes discos duros para almacenar su información.
Y volviendo al principio, es curioso que tras casi 20 años de internet, haya aún hoy en día tantas empresas que siguen torciendo la cara a internet.
La web 4.0


Más allá de la Web 3.0 entramos en el terreno de las predicciones. De todas ellas, las más destacadas y acertadas han sido y siguen siendo las del cibergurú Raymond Kurzweil. Este inventor, empresario y científico especializado en ciencias de la computación e inteligencia artificial, está considerado por muchos el Nostradamus de las nuevas tecnologías. Suyas son predicciones como la que apareció en su primer libro L a era de las máquinas inteligentes, publicado en 1990. En él indicaba que en 1998 un ordenador derrotaría a los mejores jugadores de ajedrez. Kurzweil sólo se equivocó por un año. En 1997 el campeón mundial Gary Kasparov caía derrotado por el ordenador de IBM, Deep Blue.
Nueve años después de su primer libro, Kurzweil escribió La era de las máquinas espirituales, en el que realiza predicciones para 2009, 2019, 2029, 2049 y 2099. No deja de sorprender el acierto de sus predicciones para 2009. Para el año que estamos a punto de despedir, Kurzweil anticipó tecnologías y usos que hoy son habituales. Por ejemplo, el crecimiento de los accesos Wifi (inalámbricos), el boom de la tecnología peer to peer para compartir archivos y el uso de Internet como principal medio para acceder a periódicos, revistas, películas o música. Así ve Raymond Kurzweill el Internet más futurista, que sitúa más allá del 2029:
  • Uso de gafas especiales en las que se superpondría a la realidad física una capa de realidad virtual.
  • Podremos dialogar de forma natural y on line con una agente virtual inteligente. A través de él se podrán realizar operaciones bancarias o de comercio electrónico.
  • Será un Internet al que se accederá por medios de un “dispositivo, delgado, ligero, portátil y con muy alta resolución”. (Kurzweill aquí apunta al dispositivo Todo en Uno, que desde hace años busca la industria de las nuevas tecnologías) Un Internet que unido a dispositivos táctiles ofrecerá una realidad sensorial completa y permitirá experiencias casi reales de sexo virtual gracias al 3D.
  • Que estará integrado en los vehículos.
  • En el que existirán implantes neuronales con acceso directo a la Red que mejorarán “las funciones cerebrales superiores como la memoria, la velocidad de aprendizaje y la inteligencia en general”.
  • Ya en ese umbral (2029) los ordenadores tendrán la potencia de proceso equivalente a la de un cerebro humano (unos 10^16 cálculos por segundo). Alguna de estas predicciones se han llevado al cine en películas como Jhonny Mnemonic (1995) (implante neuronal) o Matrix (implante neuronal y realidad virtual que sustituye a la realidad).

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